Las playas libres y gratuitas son nuestro derecho
'Tomo el sol en la calle porque no puedo entrar a la playa', así protestó una mujer en Tulum.
CIUDAD DE MÉXICO.- Una mujer en Tulum protestando al asolearse en la acera llamó la atención de personas en redes sociales. Recostada sobre una toalla y en bikini sostenía un letrero que decía: “Tomo el sol en la calle porque no puedo entrar a la playa”. Lxs quintanarroenses estamos muy familiarizadxs con la privatización de nuestros espacios. Desde hace décadas las cadenas hoteleras han intentado obstruirnos el paso o quitarnos de las playas frente a sus desarrollos. Esta vez la situación es distinta. No son lxs hotelerxs quiénes están atentando contra nuestros derechos, sino el gobierno.
La entrada al Parque del Jaguar es el nuevo retén para todxs aquellxs que quieran ingresar a ciertas partes de la playa de Tulum. Aunque el 7 de septiembre de 2023, durante las labores de construcción, el gobierno planteó que se buscaba “la recuperación de las playas para devolvérselas a la comunidad”, en realidad, nos las quitaron. Este desarrollo gubernamental consta de 2,913 hectáreas y está conformado por el Parque Nacional de Tulum y el Área de Protección de Flora y Fauna Jaguar. A pesar de ser una zona que requiere protección, el gobierno decidió crear este desarrollo “ecoturístico” y construir diversas atracciones. Su sitio web presume que cuentan con un sendero, mirador, cafetería, cocinas de humo, zona de artesanías y souvenirs, 4 torres de avistamiento, ciclovía, transporte eléctrico y estacionamiento.
Más allá de la destrucción de la selva, el Parque del Jaguar no afectaría a lxs locales de no ser porque bloquea el acceso a la playa. Para ingresar ahora cobran distintos precios. Lxs turistas extranjerxs por ejemplo deben pagar $355 pesos; lxs mexicanxs $255; y lxs quintanarroenses $105. Para colmo, quienes bloquean el ingreso son elementos de las fuerzas armadas. Es la Defensa quién administra el parque. Esto no es sorpresivo. Ya habíamos visto al gobierno designar a la Secretaría como experta en turismo. No por nada les dieron una aerolínea, un tren, un aeropuerto, y hasta hoteles.
Lxs tulumenses no se quedaron de brazos cruzados. Salieron a las calles a protestar. El 15 de diciembre por ejemplo, se reportó el bloqueo de la carretera a Chetumal. En otra manifestación, el 18 de diciembre, Pedro Canché, periodista y activista por el pueblo maya, denunció que elementos de la Guardia Nacional increparon a personas que protestaban por el bloqueo a las playas. Además, turistas extranjerxs han denunciado desorganización y malos tratos del personal militar al pagar los accesos al parque. Incluso aseguran que están cobrando montos adicionales para acceder con equipo fotográfico sencillo.
Ante todo el descontento, el alcalde de Tulum, el morenista Diego Castañón Trejo informó en un video que la entrada al parque sí será gratuita, pero sólo para lxs tulumenses. El resto de lxs mexicanxs tendremos que pagar para acceder y disfrutar de NUESTRAS playas.
El bloqueo ocurre a pesar de que, desde el 2020, el expresidente Andrés Manuel López Obrador publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación para supuestamente garantizar el libre acceso a las playas y multar a quiénes lo impidieran. ¿Qué ocurre cuando es el propio gobierno el que está incumpliendo con lo establecido?
Negarnos el acceso a las playas parece un ejemplo más de la discordancia entre el discurso y las acciones de esta administración que tanto presume ser de izquierda.