Pasión Vitivinícola en Cuatro Ciénegas
Una tradición que lleva desde 1500 y continúa en nuestra era.
CUATRO CIÉNEGAS, Coahuila -. En el pintoresco norte de Cuatro Ciénegas se encuentra la segunda casa vitivinícola más antigua de Coahuila, Bodegas Ferriño Vitali, una bodega que, con más de 150 años de historia, sigue deleitando a locales y visitantes con sus exquisitos vinos. Fundada por el italiano Miguel Ferriño Lander en el siglo XIX, esta bodega representa la fusión perfecta entre tradición y pasión en la elaboración del vino.
Miguel Ferriño Lander emigró desde Padula, en la provincia de Campania, Italia, al municipio coahuilense, donde inició su negocio destilando aguardiente de uva y brandy. En 1868, Ferriño adquirió el edificio actual, que ha sido ampliado y evolucionado con el tiempo. En 1917, la bodega comenzó a producir vinos generosos, destacando la línea Sangre de Cristo, que ha ganado popularidad a lo largo de los años. Hoy en día, los viñedos propios de la familia cultivan diversas variedades de uvas, manteniendo viva la tradición iniciada por Ferriño Lander.
Una tierra de vinos
La historia vitivinícola de Coahuila se remonta a 1547, cuando se plantaron los primeros viñedos en América. Siglos después, recorrer los viñedos y probar los vinos de Coahuila sigue siendo una experiencia inigualable. Desde 1860, Bodegas Ferriño ha mantenido viva la tradición de los vinos dulces, que hoy se reflejan en la popularidad de su vino Sangre de Cristo, así como en sus vinos generosos moscatel, tipo jerez, el alemán Kirferr, su vino tinto seco, y otros destilados como brandy, aguardiente y licor de granadas.
Por su parte, Vinos Vitali, aunque también enfocado en vinos dulces, se distingue con sus caldos tipo oporto, dulce rosado y el elegante tinto semiseco S2. Ambas casas vinícolas no solo preservan la tradición, sino que también ofrecen experiencias turísticas únicas, invitando a los visitantes a recorrer sus instalaciones y degustar sus productos.
Visitar Bodegas Ferriño Vitali y Vinos Vitali es una oportunidad para sumergirse en la rica historia vitivinícola de Cuatro Ciénegas. Después de disfrutar de la vasta gastronomía coahuilense, los vinos de esta región son el complemento perfecto, actuando como digestivos ideales para una experiencia culinaria completa.