México y la diabetes: Una epidemia silenciosa
Este tipo de enfermedades es importante prevenirlas y en caso de ser muy tarde, tener un tratamiento adecuado.
SALTILLO, Coahuila. La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, México no es la excepción. Con un aumento constante en los casos en las últimas décadas, la diabetes se ha convertido en una preocupación de salud pública en el país, con impactos significativos en la calidad de vida de quienes la padecen y en los sistemas de salud.
4 de cada 10 personas mayores de 15 años sufren de obesidad. Es el segundo país con mayor índice de las 38 naciones que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), solo por seis puntos debajo de Estados Unidos (42,8%).
México vs la diabetes
Según las estadísticas, México ocupa actualmente el séptimo lugar en el mundo en prevalencia de diabetes entre adultos, con una tasa alarmante que sigue en aumento. Se estima que más del 10% de la población mexicana vive con esta enfermedad, lo que representa un desafío considerable para el sistema de salud y la sociedad en general.
Dentro de México, algunos estados tienen una prevalencia más alta de diabetes que otros. De acuerdo con estudios recientes, los estados con mayor incidencia de diabetes según el estudio de mortalidad de INEGI 2022 son:
- Veracruz
- Tabasco
- Puebla
- Morelia
- Oaxaca
- Ciudad de México
- Estado de México
- Guanajuato
Esta distribución desigual refleja la compleja interacción de factores genéticos, socioeconómicos y ambientales que contribuyen al desarrollo de la enfermedad.
Coahuila se ubica en el lugar 12 de 32.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad metabólica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre, ya sea debido a la producción insuficiente de insulina por parte del páncreas o a la incapacidad del cuerpo para utilizar eficazmente la insulina producida.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas de la diabetes pueden variar según el tipo de diabetes y la persona afectada. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Aumento de la sed: Las personas con diabetes a menudo experimentan una sensación constante de sed debido a la excreción excesiva de orina, que puede ser causada por niveles elevados de glucosa en sangre.
- Aumento de la micción: La necesidad de orinar con más frecuencia de lo habitual, especialmente durante la noche, es un síntoma común de la diabetes.
- Fatiga: La sensación de cansancio y falta de energía puede ser un síntoma de la diabetes, especialmente cuando los niveles de glucosa en sangre no están bien controlados.
- Pérdida de peso inexplicable: A pesar de tener un apetito normal o incluso aumentado, algunas personas con diabetes pueden experimentar una pérdida de peso inexplicable debido a la incapacidad del cuerpo para utilizar adecuadamente la glucosa como fuente de energía.
- Visión borrosa: Los cambios en los niveles de glucosa en sangre pueden afectar la función de los ojos, lo que puede provocar visión borrosa o dificultad para enfocar correctamente.
- Cicatrización lenta de heridas: Las heridas y lesiones pueden tardar más tiempo en sanar en personas con diabetes debido a la mala circulación sanguínea y la disminución de la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones.
- Infecciones frecuentes: Las personas con diabetes pueden ser más susceptibles a infecciones, especialmente de la piel, las encías y el tracto urinario.
- Hormigueo o entumecimiento en manos y pies: La neuropatía periférica, que causa daño a los nervios, es una complicación común de la diabetes y puede provocar sensaciones de hormigueo, entumecimiento o dolor en las extremidades, especialmente en manos y pies.
¿Qué tipos de diabetes existen?
- Diabetes tipo 1: Conocida como diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente, este tipo de diabetes se desarrolla cuando el sistema inmunológico ataca y destruye las células beta del páncreas, que son responsables de producir insulina. Como resultado, el cuerpo no puede producir la insulina necesaria para regular los niveles de glucosa en sangre. La diabetes tipo 1 generalmente se diagnostica en la infancia o la adolescencia, aunque puede ocurrir a cualquier edad. Las personas con diabetes tipo 1 requieren tratamiento con insulina de por vida.
- Diabetes tipo 2: Es el tipo más común de diabetes y suele desarrollarse en la edad adulta, aunque también puede afectar a niños y adolescentes. El cuerpo no produce suficiente insulina o no puede utilizarla eficazmente. Esto se conoce como resistencia a la insulina. La diabetes tipo 2 está estrechamente relacionada con el sobrepeso y la obesidad, así como con otros factores de riesgo, como la falta de actividad física y la mala alimentación. A menudo, la diabetes tipo 2 se puede controlar con cambios en el estilo de vida, incluida una dieta saludable, ejercicio regular y pérdida de peso, aunque en algunos casos puede requerir medicamentos y, en última instancia, insulina.
- Diabetes gestacional: Se desarrolla durante el embarazo y afecta a mujeres que no tenían diabetes antes de quedar embarazadas. Durante el embarazo, el cuerpo produce hormonas que pueden causar resistencia a la insulina, lo que lleva a niveles elevados de glucosa en sangre. Si bien la diabetes gestacional generalmente desaparece después del parto, las mujeres que la han tenido tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.
- Otros tipos de diabetes: Además de los tipos principales mencionados anteriormente, existen otros tipos menos comunes de diabetes, como la diabetes secundaria, que puede ser causada por ciertas enfermedades, medicamentos o trastornos genéticos, y la diabetes tipo MODY (Maturity-Onset Diabetes of the Young), que es una forma hereditaria de diabetes que generalmente se diagnostica antes de los 25 años.
¿Cuál es su tratamiento?
El tratamiento de la diabetes generalmente implica el uso de medicamentos para controlar los niveles de glucosa en sangre, así como la monitorización regular de la glucosa y la insulina. Es importante que las personas con diabetes trabajen en estrecha colaboración con su equipo de atención médica para desarrollar un plan de manejo integral que se adapte a sus necesidades individuales y promueva un estilo de vida saludable.
¿Cómo se puede prevenir?
Si bien la diabetes no tiene cura, se puede prevenir y controlar mediante cambios en el estilo de vida, incluida una dieta saludable, ejercicio regular, mantenimiento de un peso corporal saludable y evitando el consumo de tabaco y alcohol. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado también son fundamentales para prevenir complicaciones graves asociadas con la diabetes, como enfermedades cardiovasculares, daño renal, pérdida de la visión y amputaciones.