Un debate eclipsado…

Y entre más conozco a los políticos… más quiero a mi perro.

DURANGO, Durango.- Por cientos de años en la historia, los eclipses, fenómenos naturales extraordinarios, han sido asociados a múltiples tradiciones y creencias. Siempre con una sensación de expectativa e interés místico.

La capacidad del ser humano para impresionarse es realmente interesante aunque con el paso de los años y la evolución tecnológica notamos como cada vez se pierde el asombro y crece el desinterés.

Si bien el hombre tiene las posibilidades de ser y hacer, creer o mentir. Hoy reflexiono de otra práctica añeja del ser humano, perfeccionada por filósofos y cuna del descernimiento, el debate. México vive un nuevo proceso político donde esta destreza se vuelve a poner en la mesa de los aspirantes presidenciables. Desgastada, mal hecha y conformista, el debate del pasado domingo siete de abril de 2024, generó una emoción ambigua y solo importante para unos cuantos grupos del círculo político.

En lo personal pude ver mayor emoción en el mismo fin de semana por el fenómeno astronómico que por el fenómeno social y político, si bien pensara usted “no veo un punto de comparación”, al final todo se resume al poder humano del interés y la emoción. Y en este pasado ocho de abril de 2024 el Eclipse opacó a la política, porque simplemente el mexicano está cansado de la misma historia que no asombra ya.

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Y entre más conozco a los políticos… más quiero a mi perro.