Parras de la Fuente: La mágica noche de la Vendimia en Casa Madero
Una noche de verano, Casa Madero abre sus puertas para celebrar la vendimia anual.
PARRAS DE LA FUENTE, Coahuila.- En la vibrante noche del 9 de agosto, la Hacienda San Lorenzo, un ícono histórico de la viticultura mexicana, se transforma en el escenario de una celebración única que combina tradición y modernidad. Fundada en 1597, esta majestuosa hacienda, sede de Casa Madero, es un testimonio viviente de la rica herencia vitivinícola de México.
La festividad de la vendimia, que marca la cosecha anual de uvas, ha evolucionado desde sus raíces en las antiguas prácticas europeas para convertirse en una celebración profundamente arraigada en la cultura mexicana. Este evento anual atrae a miles de personas, desde los habitantes locales de Parras de la Fuente hasta turistas de todo el mundo, que se reúnen para celebrar la conexión entre la tierra, el vino y la comunidad.
La noche comienza con una impresionante exhibición de fuegos artificiales que ilumina el cielo sobre el Pueblo Mágico, dando inicio a una procesión que captura la esencia de la tradición local. Doce grupos de danzas de matlachines descienden desde el Cerro de la Cruz, situado frente a la vitivinícola local. El vibrante sonido de tambores y violines acompaña a los matlachines, cuyos pasos rítmicos y coloridos penachos, estandartes representativos y antorchas iluminan el camino.
Danzas y fogatas: La fiesta anual de la Vendimia
A medida que los matlachines llegan a la Hacienda San Lorenzo, el ambiente se transforma. En el interior, grandes fogatas se encienden, creando círculos de luz que rodean a los grupos de danzantes. La danza continúa en medio de la penumbra, con las intensas llamaradas de las fogatas, proporcionando la única iluminación necesaria para observar el espectáculo.
Este ritual, uno de los más antiguos de la región, mantiene viva la esencia cultural, recordando a todos los presentes la importancia de las tradiciones y la herencia compartida. En cada paso de los matlachines y en cada copa de vino brindada, se celebra una rica historia y una profunda conexión con la tierra que da vida a este emblemático evento.
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